75 años no se cumplen todos los días, 75 años no es un número menor, 75 años de historia de un ícono, del corazón de la Diócesis de Villa de la Concepción del Rio Cuarto merecían una gran fiesta de agradecimiento a Dios y a tantos que hicieron posible este camino que estamos transitando en estos días.
Nuestro seminario, este lunes 2 de abril, palpitó la gran fiesta de su 75° aniversario con un multitudinario festejo en la Asociación Atlética Banda Norte de la ciudad de Rio Cuarto. Luego de la misa, celebrada en el seminario, todos los presentes se trasladaron para disfrutar de un almuerzo fraterno y compartir la gran alegría de pertenecer a la enorme familia del seminario Jesús Buen Pastor.
Más de 500 personas se hicieron presentes en el club Banda Norte. Obispos, sacerdotes, personal docente y no docente, religiosos y religiosas, seminaristas, familiares de seminaristas y de sacerdotes, amigos, autoridades, ex alumnos con sus familias, grupo de mujeres de las Obras de Vocaciones, toda la gran familia del seminario se acercó a celebrar las bodas de diamante de nuestra casa de formación.
Alrededor de las 12:30 comenzaron a llegar los presentes al salón en donde se los fue ubicando en las mesas para compartir el almuerzo. Luego nuestro obispo, Adolfo Uriona, bendijo los alimentos y a todos los presentes. El evento contó con la locución y animación de dos comunicadores de nuestra casa: Pablo Devalle y el diácono permanente Alberto Roselli que con su chispa, carisma y buena voluntad se encargaron de conducir los festejos.
Mientras la gente deleitaba el plato de entrada, en el escenario se hicieron presentes dos de los primeros alumnos que tuvo nuestro seminario. Pedro López y el padre Julio Estrada. El primero de ellos manifestó su alegría de estar en los festejos y recordó a dos ex alumnos: Julio Cesar Aguerre, mendocino que a poco tiempo de ordenarse falleció mientras jugaba al fútbol y emocionó a todos al contar que, esta historia, sirvió como aporte para la vocación de otro sacerdote, el padre Hugo Bustos.
En tanto que el padre Julio Estrada recordó con alegría aquel día inaugural del 4 de abril de 1943: “Yo tenía 11 años cuando conocí todo lo que había en el seminario el día de la inauguración. Vinimos con mi abuelo paterno en sulqui desde Las Acequias. Les aseguro que conocí todo lo que había en el seminario. Entré al comedor donde comían curas. Se me grabó permanentemente esa inauguración, desde la salida del salón de entrada, había una pasarela, hasta frente de lo que es hoy el comedor, y allí estaba la cruz y dentro de la cruz era un molino. A la izquierda del molino estaba la plataforma donde se celebró la misa. Para mí fue una gran curiosidad y yo no tenía ni idea lo que era ser seminarista”. Expreso con gozo y gratitud.
Consecuentemente llegó el momento de comer el plato principal mientras se sorteaban los primeros premios y con música folclórica que acompañaba en los intervalos. Finalizada la comida, el padre Roberto, nuestro rector, expresó la bienvenida a todos los presentes: “Quiero agradecer a todos los que están aquí pero fundamentalmente a todas las OVE. Monseñor Buteler fundó las oves (Obra de Vocaciones Eclesiásticas) porque sabía que si había oración las vocaciones iban a surgir, iban a estar. Quiero agradecer a los curas, al presbiterio, a los sacerdotes, porque ustedes son el pilar del seminario, ustedes son aquellos en quienes nos apoyamos para nuestra tarea formativa. Les agradecemos que estén hoy aquí. Les agradecemos la colaboración y el apoyo de siempre. A ustedes, a los sacerdotes, el seminario es su casa, son siempre bienvenidos, los esperamos siempre”.
Entre las autoridades que estuvieron, se encontraba el intendente de la ciudad de Rio Cuarto, Juan Manuel Llamosas, el cual, entregó una placa conmemorativa al padre Roberto Ferrari. Además manifestó su alegría de: “compartir esta emoción que nos embarga a todos los riocuartenses por tener este seminario, por tener aquí esta fuente de capacitación, de preparación de nuestros queridos curas, así que en estos 75 años un humilde reconocimiento”.
Después llegó el momento musical. De la mano de la banda Cielo Abierto que agradaron a todos los invitados con un repertorio festivo.
Más tarde llegó el momento final del brindis y el fraccionamiento de la torta del 75° aniversario en donde el obispo junto a los formadores, Roberto Ferrari, Gerardo Meichtri, Eliseo Reinieri, David Cabral y Carlos Forcato subieron al escenario para apagar la vela mientras se cantaba el clásico feliz cumpleaños.
Una verdadera fiesta familiar de mucho gozo y agradecimiento por estos 75 años de la casa que forma pastores de Dios. Celebramos a Dios que se hace presente en la historia de los hombres y de los Pueblos.