El pasado 4 de abril, el seminario cumplió sus 70 años de creación.
El día 22 de abril, varios sacerdotes, que se formaron en esta casa, se reunieron a compartir a Eucaristía y un almuerzo fraterno. Entre los invitados estaba quien es el actual Obispo de Quilmes Mons. C. Tissera quien por no poder estar presente se dirigió hacia los que celebraban con una carta. En ella recordó su paso por este, nuestro Seminario, y la vivencia de algunos momentos importantes de su formación.
Al comenzar el almuerzo, compartimos esta carta:
Muchísimas gracias por la invitación para participar de la celebración de los 70 años del Seminario. Me uno espiritualmente a esa Acción de gracias. Son pocas las palabras para expresar lo que mi corazón siente por ese lugar en el que he vivido tanto tiempo, primero como seminarista y luego como miembro del Equipo de Formadores.Querido P. Ricardo y Comunidad del Seminario Mayor de Río Cuarto:
Mi recuerdo lleno de emoción del primer Obispo, Don Leopoldo Buteler, a quien conocí siendo yo monaguillo en la Catedral. El sincero agradecimiento para los Misioneros de los Sagrados Corazones; para los que fallecieron mi gratitud hecha sufragio (P. Rafael Mestre, P. Vicente Redondo, P. Miguel Cirer, Hno. Juan Planisi), y mi abrazo a la distancia para quienes viven aún (P. Rafael Carbonell, P. Victoriano Zapelena, P. Juan March, P. Javier Sanz, P. Javier Elcano, P. Nadal Caldentey, P. Dionisio Echarte) sin olvidarme del P. José Bibiloni y P. Javier Taltavull.
Mantengo fresco el recuerdo de la celebración de las Bodas de Plata del Seminario de la Sagrada Familia. ¡Una gran fiesta! Se descubrió una placa en el hall central. Hasta ese momento habían sido ordenados también veinticinco sacerdotes (si no me falla la memoria). Yo cursaba el cuarto año, y ocupábamos el aula al lado de la Capilla.
Egresé en el año 1971. Al pasar los años, siendo párroco de Adelia María (1982) se reabre el Seminario tomando el nombre de Jesús Buen Pastor. Luego de colaborar dando unas clases los lunes, en 1983, Mons. Blanchoud me nombra integrante del equipo de formadores con el P. Staffolani y el P. Arias, ocupando el lugar del P. Bustos por tantos años también sirviendo en esa casa, y tan recordado por todos! Estuve hasta el 28 de junio de 1992.
Mi recuerdo para los que han partido a la Casa del Padre: Artemio, Lionel, Juan Pablo… Cuánto aprendí de ellos, no sólo de sus palabras.., más que todo de su vida entregada a la Iglesia diocesana. Mi recuerdo para los que seguimos en camino: Ricardo, Tucho, un tiempo el P. Balditarra.. Cómo no recordar al P. Ignacio Costa, que además de ser mi profesor, ha sido tan buen compañero en tantos años, compartiendo horas de alegría y también de dolor.
Mi recuerdo en esta fecha de cada uno de los seminaristas.. Por supuesto, quienes fueron mis compañeros en tantos años… Para mí han sido verdaderos hermanos. Sigo conectado con muchos de ellos. No olvido a los que, en épocas oscuras de la vida de la patria, vieron truncadas su vidas, siendo víctimas de la violencia (Andrés Portillo y Andrés Olivares, ambos de San Juan). Siempre los recuerdo ante el Señor.
Cuántos son también los que, siendo formadores, hemos acompañado en esos años. Hoy, muchísimos ya sacerdotes.. los primeros acercándose a las bodas de plata (¡Dios mío! Que grandes estamos..!) Cuento un hecho: Recién vengo de la Catedral de Buenos Aires. Un compañero de curso es el nuevo Arzobispo. Ustedes bien lo conocen. Qué cosas que tiene Dios…! Al finalizar vinieron a saludarme Gerardo Cabezas y Juan José Cueto, de La Pampa. Me parece tan cercano el día que llegaron a Río Cuarto para iniciar el Seminario. Se me vino al recuerdo las mateadas en mi pieza compartiendo sus cuitas, por supuesto la oración y las clases, pero también qué lindos asados hemos compartido…! Y, a cuento de lo de Buenos Aires, recuerdo el consejo que el Director Espiritual del Seminario de Devoto le diera al P. Filipuzzi, (después me lo repitió en dos oportunidades) “aunque sea enseñando con manuales, mantengan abierto ese Seminario en Río Cuarto”. El esfuerzo de todos, absolutamente de todos, no ha sido en vano.
Sé que el lunes 22 estarán presentes sacerdotes aún mayores que yo, a quienes tanto les debo… Gracias a ellos! La fraternidad de ellos, sencilla y constante, me han ayudado siempre. A ustedes, formadores actuales (a alguno casi que lo he visto crecer)¡ FELICITACIONES…!
A todos los sacerdotes exalumnos, a los empleados de la casa, a los ex seminaristas, a los profesores y a los actuales seminaristas: MUCHAS FELICIDADES!
Al hermano Obispo Eduardo, con quien estos días hemos compartido la Asamblea Plenaria (ahora estamos sentados al lado), mi saludo cargado de emoción. Dios los bendiga a todos en este 70º Aniversario.
Padre “Cacho” Tissera
Obispo de Quilmes