Durante los meses de enero y febrero en dónde se llevan a cabo las vacaciones tanto de los seminaristas, como de los formadores, se desarrollan las “Experiencias de verano” que constan en turnos de 3 seminaristas acompañados por un formador en donde permanecen por una semana habitando en la casa profundizando en tareas de trabajo, oración y descanso. 

En lo respectivo al trabajo, se aprovecha el tiempo para realizar las obras de mantenimiento de la casa: electricidad, pintura, aberturas, albañilería, etc. En lo referido a la oración se aprovecha el tiempo para la lectura espiritual, la liturgia de las horas, ejercicios espirituales de medio día, rezo del rosario, la lectio divina como así también la meditación personal de la palabra.

En el tiempo de descanso, se suele hacer deporte comunitario o personal, algún otro tipo de lectura, como así también disfrutar de una película en comunidad o de un espectáculo deportivo o musical.

Este verano 2021 los seminaristas se enfocaron en renovar la pintura del comedor grande, como así también el comedor y sala de estar de los sacerdotes formadores. También se arregló y pintó una de las aulas más espaciadas que tiene nuestra casa, actualmente la del Ciclo de Teología.

Por otro lado, se continuó con la tarea de renovar las aberturas exteriores de la “Comunidad Buteler”. Mientras que se renovaron las calderas de cada uno de los sanitarios en todas las comunidades del seminario y el arreglo y renovación de las cañerías de los sanitarios de la Comunidad Asunción.

Desde el 18 al 26 de enero, los seminaristas de la diócesis de San Francisco compartieron su convivencia de verano en Villa Cura Bochero, junto al sacerdote Daniel Maini y al Obsipo, Mons. Sergio Buenanueva.

Leonardo Ortiz, seminarista de nuestra casa que cursa el segundo año de la etapa configuradora, estuvo recibiendo en el Santuario a los peregrinos y colaborando en las celebraciones eucarísticas.

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